La demanda ha disparado las notas de corte para acceder a los grados y solo dos de cada tres alumnos consiguen acceder al ciclo de su primera opción
El ‘boom’ de la Formación Profesional se ha consolidado en la Región, con una demanda que ha disparado las notas de corte para lograr una plaza en las especialidades con más tirón. Una década después de la eclosión de unos estudios antes mirados con recelo por muchos, la FP sigue en crecimiento y la demanda y la oferta mantienen su constante subida –hasta las 39.200 plazas de este año– apuntaladas por las destacadas tasas de empleabilidad. Las previsiones de la Consejería pasan por atender ese crecimiento hasta alcanzar una oferta de 50.000 plazas en el curso 2027-2028, al final de la legislatura. Desde el próximo curso, todas las plazas serán, por ley, duales, es decir, combinarán la formación académica con las prácticas en las empresas.
Este curso se han matriculado en grados medios y superiores más de 38.000 alumnos murcianos, de los que 21.000 son de nuevo ingreso, es decir, de primer curso. El auge de la demanda ha disparado, como ocurre en las universidades, las notas de corte de los estudios más solicitados. De hecho, casi 10.000 alumnos no han logrado entrar este año en la titulación que marcaron como primera opción. De ellos, miles sí han conseguido un hueco en otros estudios que pidieron como segunda y tercera opción o, en el caso de los grados superiores, se han decantado por seguir estudios universitarios.
Casar el cupo de los puestos por especialidades, niveles y comarcas con las demandas de los estudiantes resulta complicado ya que lo alumnos pide títulos y áreas de conocimiento concretos de su interés: si quieren matricularse en Mecánica, raramente se conformarán con un grado en Finanzas. Además, la oferta está repartida por institutos de toda la Región.
Con ese contexto, todos los cursos quedan fuera de la rama que preferían en primera opción miles de alumnos. Este año, de los 3.143 estudiantes que solicitaron un grado básico, 1.992, el 69% lo lograron y el resto quedaron fuera. Los grados medios, que los estudiantes cursan al terminar la ESO, ofertaron casi 10.000 plazas y dejaron sin hueco a 3.850. En los grados superiores, las solicitudes de los estudiantes en primera opción que se quedaron sin atendar- aunque luego muchos alumnos han entrado a otras especialidades o han conseguido un puesto en la fase de llamamientos- fueron el 61%, 7.187.”El alumnado que no consigue plaza en los ciclos solicitados en primera opción tienen la posibilidad de concurrir a las plazas de sus siguientes opciones, incluso a las libres que quedan sin ocupar otro grados una vez que finalizan las adjudicaciones definitivas del proceso centralizado de admisión”, asegura el subdirector de FP, Luis Eduardo Gómez Espín
La consejería de Educación quiere incrementar las plazas y se ha marcado como objetivo alcanzar las 50.000 en 2027. Con esas cifras, los alumnos matriculados en Formación Profesional superarían los universitarios. Un crecimiento que, a pesar de no ser suficiente para atender todas las peticiones, ha sido imparable en los últimos años. Este curso se ha sacado a concurso 39.200 puestos, un 30% más que hace solo cuatro años, cuando ni siquiera se llegó a las 30.000. El proceso de matriculación acaba de completarse, ya que hay que ajustar las demandas a la oferta, los alumnos piden varias opciones y los cupos definitivos se cierran más tarde, como en las universidades. En 2019 se matricularon en FP 28.500 alumnos, 1.500 más que en 2018.
El esfuerzo por consolidar la expansión de la Formación Profesional en la Región se centrará en la cantidad, pero también en la transformación del modelo. La piedra angular de la nueva Formación Profesional regulada por la reforma educativa de la Lomloe será su conexión con la empresa.
La clave del cambio de modelo pasa por impulsar la Formación Profesional Dual (el programa que combina la enseñanza académica en el instituto con las prácticas en una empresa mientras el estudiante percibe un salario y está dado de alta en la Seguridad Socia), hasta el punto de que todos los programas se ajusten a esa modalidad. Una tasa de la que la Región está aún alejada, con el 12% de las enseñanzas en ese formato. El desfase obligará a Educación y a las empresas a facilitar prácticas, para lo que es necesario lograr la implicación del tejido productivo murciano. La Lomloe establece un tiempo en la empresa de entre el 25% y el 35% de la duración total de la formación y el compromiso de la compañía de participar en hasta un 20% de los contenidos y resultados de aprendizaje del currículo. En la Formación Profesional intensiva, la formación en la empresa será de, mínimo, un 35% de la duración total. En esta modalidad, la empresa asumirá el desarrollo de más del 30% del currículo. Además, contempla un contrato de formación entre el estudiante y la empresa en los términos que determine la legislación laboral
El tamaño medio de las empresas murcianas obligo a Educación hace unos años a adaptar el modelo, permitiendo que sean las propias empresas las que conviertan en duales las plazas de FP. Es decir, además de ofertar cursos completos íntegramente duales en colaboración con grandes empresas y con las prácticas ya cerradas, la Consejería permite que sean las propias empresas las que soliciten estudiantes en los institutos. Por ejemplo, una empresa dedicada a la instalación de paneles solares puede ofrecer dos puestos de FP Dual en un ciclo concreto, sin necesidad de que el grupo completo de alumnos siga ese programa.
“En la próxima Estrategia para el empleo en la Región de Murcia, qua ya ha empezados dar sus primeros pasos, la FP va a tener un peso importante, siempre en estrecha relación con el tejido empresarial y agentes sociales”, aseguran desde la Consejería de Educación, donde están preocupados por la nueva ley que obliga a dar de alta a los alumnos en prácticas.
“La colaboración necesaria y crucial con las empresas no puede verse afectada con decisiones como la de tener que dar de alta en la Seguridad Social a los alumnos en prácticas, decisión que pone en riesgo el avance de la FP. Esta normativa entra en vigor el próximo 1 de enero y supone una serie de dudas y dificultades que desde la Región hemos puesto de manifiesto ante el Gobierno estatal”
Fuente: ww.laverdad.es