La función del tutor externo es clave para el desarrollo del modelo de FP dual en las empresas de menor tamaño. Aunque su papel es fundamental, es necesario adaptarlo a cada tipo de empresa y alumno.

La FP Dual es una modalidad de formación profesional en la que las empresas y los centros educativos se corresponsabilizan de la formación del estudiante, que alterna su formación en el centro educativo con la formación que recibe en la empresa. Para asegurar que el estudiante desarrolla su formación de manera adecuada en ambos sitios, el centro educativo y la empresa han de designar a un tutor en su organización para que trabajen de forma coordinada y realicen el seguimiento y evaluación de su aprendizaje.

Esta es una de las dificultades que las micro o las pequeñas empresas suelen tener para participar en un proyecto de FP Dual. Suelen ver como un obstáculo que uno de sus trabajadores tenga que formar y acompañar al estudiante en su día a día. Y, además, que esa misma persona deba cumplir con otras tareas, como, por ejemplo, comunicarse con el centro educativo de manera periódica; evaluar al estudiante; o realizar tareas administrativas.

Conscientes de este desafío, la Cámara de Comercio de España y la Cámara de Comercio de Gijón, en colaboración con la Fundación Bertelsmann, han llevado a cabo un proyecto piloto durante los dos últimos años en el que han estudiado la importancia del tutor externo.

La iniciativa “Prácticas Dual Tutor Externo” nació con el objetivo de prestar apoyo a las pymes y micropymes que quieran iniciar nuevos proyectos de Formación Profesional (FP) dual.

Para llevarlo a cabo se ha contado con la participación de 6 empresas asturianas (Agromaquinaria, Portela Hermanos, El Sol Grupo, Bevilud, La E Factoría y Realista) y de un centro de Formación Profesional en Gijón, el CIFP de los Sectores Industrial y Servicios La Laboral.

El papel del tutor externo

Con esta iniciativa se propuso la creación de esta figura externa de coordinador de empresas, que tiene como misión facilitar y apoyar el trabajo de los tutores de pequeñas y microempresas. Este profesional ha contado en todo momento con el apoyo del personal de la Cámara de Gijón, que ha supervisado y gestionado las tareas del coordinador.

Cubierto más del 90% del programa se han identificado las áreas en las que se pueden realizar mejoras con respecto al planteamiento inicial, las cuales se categorizan a través del establecimiento de cuatro fases:

  • Selección de empresas y alumnos: Contar con esta fase inicial de selección facilita la posibilidad de contar con un mayor número de alumnos y empresas, además de trabajar con más tiempo y previsión antes del inicio de la formación dual.
  • Formación de empresas y alumnos: La fase de formación de empresas y alumnos coincide en tiempos con la propuesta inicialmente mayo y junio de 2022 y tiene como objetivo el encaje entre las empresas y los alumnos, así como la formación de ambos y la preparación de tareas, formación y objetivos a ejecutar durante la FP Dual. Según el aprendizaje, no se recomienda la incorporación de alumnado en modalidad de teletrabajo menos en las casuísticas en las que tanto empresas como alumnos den el perfil para que sea exitoso, puesto que el tutor externo necesitará una implicación mayor por parte del alumno.
  • Seguimiento de la actividad formativa/proyecto: Para los periodos de seguimiento y evaluación del proyecto, las conclusiones marcan que es necesario tener un feedback más directo y continuado con alumnos y empresas y menos reglamentado como está planteado en el documento inicial. También se resalta que, de cara al análisis del éxito del proyecto, sería necesaria la valoración por parte de todas las partes al final de cada periodo formativo. Para la validación del cumplimiento de objetivos, se debería valorar en estas 3 líneas: Inserción laboral en la empresa participante, formación de los alumnos en términos de resultados de aprendizaje y grado de satisfacción de alumnado y empresas al finalizar el proyecto.
  • Evaluaciones y entrevista: del proyecto también se desprende que no todas las empresas ni todos los alumnos, independientemente de su interés, encajarán el modelo dual con tutor externo. En cuanto a las empresas, se considera vital aclarar la vinculación y obligaciones de la empresa y la figura del tutor de empresa. En cuanto al alumno, definir un perfil acorde al tejido empresarial pyme y con un perfil con capacidad de determinación y autosuficiencia. En este sentido, los resultados han remarcado la importancia de definir, por todas las partes, los objetivos de aprendizaje del periodo previo a la firma del contrato, mediando a través del tutor externo.

Otras funciones del tutor externo

Cabe destacar, como otras conclusiones importantes, la mejora de las labores del tutor externo, como son contar con una formación actualizada en la ley de ordenación de la FP, alineación con el centro formativo, conocimiento del sector y del tejido empresarial para facilitar la labor administrativa y fijar objetivos y resultados de aprendizaje que puedan ser evaluables por el centro formativo o el propio Tutor externo.

Fuente: www.observatoriorh.com